¿Aprovechaste las vacaciones para hacer ejercicio o, por el contrario, decidiste que ya lo harías a la vuelta?
Un estudio realizado en atletas lesionados, que tuvieron que estar inactivos durante 20 días, reveló que en el transcurso de su convalecencia perdieron un 20%, como mínimo de la capacidad elástica de sus músculos.
Sabiendo esto no es de extrañar que la vuelta de unas vacaciones sedentarias suponga un esfuerzo extra a la hora de retomar la actividad deportiva porque mover un cuerpo rígido cuesta y, no solo eso, también duele.
Pero te digo una cosa desde mi experiencia ya medianamente larga, es un esfuerzo que merece la pena porque en pocos días volverás a ser la misma persona. Ponte a punto, no dejes pasar esta oportunidad.
El sedentarismo moderno y sus efectos en la salud
El problema es que las tareas que hacemos hoy en día son muy poco exigentes físicamente y que dos horas a la semana de ejercicio físico son pocas horas para cubrir la demanda de nuestros cuerpos, pero veamos que dicen los expertos…
Desde hace años se investiga sobre las razones que dan respuesta a estas preguntas y casi todos los estudios coinciden en que las causas son, principalmente, dos:
1. La mala alimentación. En el mercado abundan los restaurantes de comida rápida en los que se ingieren grandes cantidades de calorías grasas y luego está la gran oferta de productos excesivamente procesados, llenos de conservantes, aditivos y grasas saturadas que interfieren en el correcto metabolismo de los nutrientes del alimento.
2. La facilidad con la que podemos acceder casi a cualquier cosa, gracias a la tecnología. Esto propicia que no tengamos que levantarnos de la silla ni para hacer la compra en el supermercado.
Los niños pequeños ya no juegan en la calle por falta de lugares apropiados o porque nos da miedo dejarlos solos y muchos adolescentes limitan su esfuerzo físico al uso de los dedos de las manos para manipulas los teléfonos móviles durante horas.
Es una exageración a medias porque no se puede generalizar pero sabemos que la sociedad moderna tiende a moverse cada vez menos aunque tengamos más consciencia de que el movimiento es la clave para una mente y un cuerpo sanos.
Ahora hemos de programar movernos, buscar el momento diario, el lugar adecuado y la actividad que nos beneficia física y mentalmente, no solo la actividad que nos gusta…, asunto peliagudo que a algunos nos motiva y emociona y a otros les aterra y desagrada. Algo parecido a la verdura dentro de un guiso, con esa textura tan blandita y babosa que te levanta la arcada o te encanta sentir en la boca.
Vale, si, sin mas rollos, quiero empezar ¿Cómo lo hago?
Ole, te felicito, el parón de las vacaciones va a quedar como anecdótico o, tampoco importa tanto, como algo puntual que se repite cada año pero que tiene solución…
1. Rescata tu programa de ejercicio anterior, el que dejaste de hacer pero que te iba tan bien, y aumenta progresivamente el tiempo diario hasta conseguir llegar al punto en el que te encontrabas.
2. Es mas eficaz hacer todos los días un poco que darte la paliza dos días, por ejemplo, si antes corrías una hora empieza con 20 minutos diarios o tres veces por semana y verás como, casi sin darte cuenta, conseguirás correr durante esa hora sintiéndote a gusto.
Se trata de habituar de nuevo el cuerpo para el esfuerzo, sin sobrecargas, dándole pequeñas dosis de ejercicio para que cada vez pueda con más, de esta manera no sufrirás las temidas agujetas o sobrecargas que pueden lesionarte, desanimarte y pensar que hacer ejercicio ya no es como antes.
3. Si tu actividad antes del verano era de dos días a la semana y piensas retomar, no es necesario que hagas menos, eso no entraña duda ¿verdad? A estas alturas ha quedado claro que dos días no es mucho.
4. Asesórate, apúntate a un grupo, a clases dirigidas o con alguien que te prepare el entrenamiento y te anime a hacerlo. Está comprobado que hacerlo de esta manera aumenta la adherencia y frecuencia de la práctica deportiva.
5. Plantea objetivos razonables, que puedas cumplir en poco tiempo y, así, pasar de objetivo a objetivo. Por ejemplo, sentir el esfuerzo que realizas con el cuello cuando haces abdominales de Pilates es normal y será poco razonable pretender no sentirlo los primeros días. Luego, cuando vuelvas a tener la musculatura fuerte, ya ni te darás cuenta del papel de la musculatura del cuello y podrás sentir a tope la del abdomen, que es la específica.
6. Equípate con ropa adecuada para la actividad que hayas decidido hacer. Los tejidos de la ropa deportiva han avanzado mucho y casi todas las prendas están fabricadas con material elástico, que facilita el movimiento, y de secado rápido para no enfriarte en los descansos después de haber sudado.
El calzado ha de escogerse bien porque no es lo mismo correr que asistir a una clase de aeróbic. Pregunta antes de comprarlo, un calzado inadecuado puede causar problemas de tobillo o de rodilla pero recuerda, un vendedor de calzado deportivo no es un terapeuta. No le acribilles a preguntas sobre lesiones concretas.
Los sujetadores deportivos cómodos son imprescindibles para las las actividades con impacto, que pueden ser molestas para el pecho.
Ahora hay muchas actividades que se realizan con pies descalzos como Pilates, yoga, QiGong, Tai Chi, etc. Todas éstas son más agradables de hacer si tu ropa es ligera, de algodón, sin cremalleras y sin estrecheces que limiten el movimiento.
Por libre o con Entrenador personal
Va en gustos pero te digo una cosa, si has entendido todo lo anterior, has decidido lo que quieres hacer y solo te hace falta empezar, no necesitas a nadie que te organice la actividad física personalmente. Para comprobar si te vales por ti mism@…
prueba a realizar esta clase corta
Si todavía tienes dudas, incluso miedo a hacerte daño, entonces puede que necesites tener a tu disposición a un profesional del deporte, con especialidad en ciertas disciplinas, que te va a ayudar a organizar tu entrenamiento y a entrenar.
Lo primero que hace un entrenador personal es conocerte y ver tu estado de forma física
Así puede saber como estás y qué tienes que hacer para progresar en el entrenamiento sin lesionarte. Después diseña el entrenamiento en función de los objetivos que le hayas planteado y del tiempo que tienes para hacer ejercicio.
Una vez organizado el trabajo hay que llevarlo a cabo y para ello se conciertan tantas citas semanales como tú quieras o necesites. Hay personas que entrenan siempre bajo la supervisión e indicaciones del entrenador personal, también existe la opción de entrenar, por ejemplo, una vez a la semana e, incluso, una vez al mes (sesiones de control) y el resto del tiempo hacerlo por tu cuenta siguiendo el planning establecido, en este caso esa sesión mensual es para repasar dudas y cambiar el entrenamiento con vistas a mantener la progresión.
Las sesiones de control online son muy habituales ahora que disponemos de medios audiovisuales para estar conectados e informados de los avances de nuestros alumnos deportistas. Son muy útiles porque no requieren una cita presencial y hacen posible relaciones que antes no lo eran. Podemos vivir en ciudades diferentes, entrenador y deportista, y, a la vez, entrenar o trabajar juntos, como me gusta decir a mi.
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Soy Vicky, Lcda en CC. de la Actividad Física y el Deporte, especialista en Actividad Física y Salud. Experta en el Método Pilates y enamorada de todo lo relacionado con el movimiento y sus implicaciones biomecánicas. Técnico Superior en Medicina Tradicional China.
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